Butter

Butter

4/30/2016

Sobre el consumidor final de su producto

Factores culturales:

Subcultura: Dependiendo de cada subcultura, variarán los gustos y preferencias que los individuos tengan hacia un producto determinado, pues comparten situaciones comunes en sus vidas; por ejemplo, en el caso de los deportistas, que mantienen una dieta distinta del resto de personas, evitan los alimentos que contengan altos grados de grasas o aumenten el colesterol, como la mantequilla.

Clase social: En este aspecto, el mercado de mantequilla se ve afectado por las distintas clases sociales. Esto se refleja desde la variación del precio hasta la presentación del producto: depende del poder adquisitivo de cada sector social. Para las clases sociales bajas, el producto se muestra en presentaciones pequeñas y a precios mínimos; para las clases sociales pudientes, dicho producto se caracteriza por una mejor presentación para una mayor cantidad de personas y a precios regulares.

Factores sociales:

Familia: La familia es un factor muy importante en la psicología del consumidor, pues es esta la primera en influir sobre las decisiones de compra que podamos tener. Dependiendo de los hábitos alimenticios que se desarrollen dentro de la misma, podremos determinar la constancia con la que se consume la mantequilla. Del mismo modo, la familia recurrirá a comprar la marca que su familia a consumido por años. Por ello, la familia es un factor a tomar en cuenta.

Roles y status: Dentro de este factor, se desprende que los roles (familiares, amicales, etc.) afectan en el comportamiento del consumidor, pues, según se desempeñen, podrán afectar al mercado de la mantequilla. Por ejemplo, el rol de madre, comprende velar y satisfacer la necesidad de alimentación para su familia e hijos; por ello, siempre buscará darles todo lo que pueda adquirir dentro de los bienes de la canasta básica: entre ellos, la mantequilla.

Factores personales:

Estilo de vida: Dependiendo del estilo de vida que desarrolle cada individuo, afectará el mercado de la mantequilla; pues, toda persona tiene un régimen o dieta alimenticia distinta.
Situación económica: Este factor, más que nada, afectará a la cantidad de mantequilla que pueda consumir cada persona, ya que, depende del poder adquisitivo de cada consumidor.

Factores psicológicos:

Percepción: Básicamente, este factor nos indica cuál es la percepción que un consumidor tiene con respecto a un producto. La mantequilla, al igual que otros productos, posee puntos de vista diferibles. Por un lado, algunos tienen una percepción positiva de la mantequilla, pues cuenta con ciertos nutrientes y calorías que el cuerpo necesita. Por otro lado, otros piensan que la mantequilla es un producto dañino, ya que, aumenta, considerablemente, los niveles de colesterol en el cuerpo.


Creencias y actitudes: Son pensamientos o paradigmas implantados en cada individuo o sociedad que afecta la decisión de compra del consumidos. En el caso de la mantequilla, existe un mito o creencia, la cual es: “Es mejor tomar margarina que mantequilla, porque está hecha con aceites vegetales, que previenen la enfermedad cardiovascular y el infarto”. En este caso, la mantequilla y a margarina se presentan como bienes sustitutos, y debido a esta creencia, la demanda (consumo) de mantequilla puede ser afectada.